viernes, 27 de abril de 2012

RECETA GALLETAS MANTEQUILLA

Es la receta que siempre utilizo para las galletas, que las hago casi cada semana (con estas cantidades salen unas 30 galletas de tamaño medio) para desayunar, tomar el café, el cola-cao... Lo que voy cambiando es el sabor: a veces sólo con mantequilla, otras veces les añado vainilla, unas gotas de anís, chocolate en polvo... y así parece que no nos cansamos de ellas, aunque la base sea siempre la misma.

Es muuuuuuuy fácil de hacer, no me acuerdo de dónde la saqué (navego tanto por los recetarios que luego no sé de dónde las cojo...), pero es una receta de hace miles de años (bueno, no tanto), puede que hasta me la diera mi tía abuela María (la Reina de los Dulces).

Ahí va...




Ingredientes (para aprox. 30 galletas de tamaño medio):
- 300grs de mantequilla sin sal: yo la saco el día antes del frigo para que esté "pomada" (que se pueda hundir el dedo en el bloque de mantequilla sin dificultad). Si se me ha olvidado sacarla, le doy un "golpe" de calor en el microondas pero solo unos segundos y ver que no se derritaaaaa!!!
- 1 taza de azúcar (de las de desayuno).
- 2 huevos grandes.
- 1 cucharada de esencia de vainilla, anís, limón...
- 4-5 tazas de harina de trigo normal: la cantidad dependerá de cómo vaya quedando la masa, hasta que ya no se peque a las manos al amasar.

Elaboración:
En un bol se coloca la mantequilla y se agrega el azúcar; con un cucharón de madera (o con varillas, más fácil, claro) se mezclan y remueven con alegría hasta que la mezcla blanquee un poquito y veamos que el azúcar está integrado en la mantequilla.
Luego se añaden los huevos, uno a uno, hasta que se van integrando también. Aquí las varillas también son mejores que el método manual, pero yo casi siempre lo hago a mano con el cucharón y salen muy ricas.
En caso de que se quiera añadir alguna esencia, es el momento... al gusto, a mí el sabor que me encanta en las galletas es el del limón o anís, aunque casi siempre les echo vainilla que a los de mi casa les gusta más.

Y por último la harina, añadirla poco a poco hasta que llegue un momento en el que es más cómodo amasar a mano; entonces se saca toda la mezcla a la encimera enharinada y se amasa a mano, mientras se sigue añadiendo harina hasta conseguir una masa que no se peque ni a la encimera ni a las manos.

La masa se estira con el grosor que a cada uno le guste (a mí me gusta que queden gorditas para que la galleta no se quede seca) y la masa estirada se guarda en la nevera durante una hora aproximadamente. Esto ayuda a que la forma que le demos luego a la galleta se mantenga cuando la horneemos y no se desparrame.

Cuando vayamos a hornearlas, se enciende el horno a 180ºC con temperatura por las dos alturas, se saca la masa de la nevera y se corta con las formas elegidas.




Normalmente las corto cuadradas y todas iguales, pero ahí va una foto de las galletas que cortó mi niña hace unas semanas (fue una tarde entera de galletas...).


Se meten en una bandeja de horno (no hace falta papel de horno porque con la mantequilla no se pegan) a horno precalentado a 180ºC durante 10 minutos y se sacan a una rejilla para que no se "recuezan". Quedan blancas y blanditas pero luego llega el paso de "ponerlas más crujientes".

Aquí mi niño ayudando a su mamá... ¡¡me lo como!!
Se siguen horneando las demás galletas y cuando estén todas, con el horno ya apagado, se vuelven a meter todas otra vez en la bandeja (da igual que unas se pongan encima de otras) durante unos 5 minutos; de esta forma quedan crujientes por fuera y blanditas por dentro... uuummm... me voy a hacer galletas!!!


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